Uso de los resultados de las evaluaciones
Todas las instituciones educativas cuentan con información diversa sobre los estudiantes que admiten para que cursen algún programa de formación. Este es el caso del promedio escolar del nivel anterior, algunos datos socioeconómicos (si se les solicitó) y, principalmente, los resultados de los exámenes de admisión. También cuentan con esta información de aquellos estudiantes que no lograron ingresar, por una u otra razón. Sin embargo, especialmente, por desconocimiento y falta de tiempo poco o nada se hace con dicha información. Es decir, las instituciones educativas desperdician la oportunidad de utilizar los datos que se tienen del estudiante, ya sea para prevenir un posible fracaso escolar, para mejorar su aprendizaje o para planear proyectos pedagógicos más pertinentes y eficaces.
Las instituciones que utilizan el Examen de Competencias Básicas (Excoba) reciben dos tipos de información de sus aspirantes: la calificación en el examen (que se utiliza para la selección de los mejores estudiantes) y un reporte diagnóstico de las competencias escolares que domina cada estudiante del currículo nacional (hasta el Marco Curricular Común). En el caso de la educación superior, esta información también se proporciona por escuela y carrera profesional, de tal manera que la institución pueda conocer el nivel de dominio que los distintos grupos de estudiantes tienen sobre las nueve áreas de conocimiento que evalúa el Excoba. Desafortunadamente, pocas instituciones hacen un uso inteligente de esta información para mejorar sus procesos institucionales y pedagógicos.
Convencidos del valor que tiene la información del estudiante para mejorar los procesos pedagógicos de las instituciones, Métrica Educativa ofrece cursos de capacitación y asesoría a todas las instituciones educativas que deseen aprovechar la información que arrojan los exámenes de admisión y las encuestas socioeconómicas de los estudiantes, así como su historial escolar. La idea central es que administradores y académicos conozcan el uso potencial de la información con la que cuenta su institución, sepan interpretarla correctamente (ubicando sus alcances y limitaciones) y puedan proyectar futuras acciones institucionales para ayudar a que la institución cumpla lo mejor posible con sus metas y objetivos académicos.